48 horas en Lisboa, la escapada perfecta


El plano urbano de la ciudad, sus tranvías, su gastronomía y en definitiva el encanto de una ciudad que atesora más historia de la que podemos imaginar, hacen de Lisboa un destino muy especial además de la escapada perfecta para esta Semana Santa.

Para conocerla mejor e impregnarte de su hechizo, desde aquí te damos las mejores pistas off the record para una escapada de 48 horas inolvidable.

Primer día:  Baixa - Chiado - Alfama 

Comienza en la zona de Baixa en pleno centro comercial de Lisboa, desayunando en uno de los locales más famosos, Nicolau donde conseguir una mesa es todo un triunfo y en el que desearás repetir gracias a sus tortitas, sus tostas saladas y su tazón de café. Desde allí acércate a la Praça do Comercio, donde poder contemplar la tranquilidad a la orilla del río Tajo a primera hora de la mañana. 

Toma el elevador de Santa Justa para subir al Barrio Alto, desde su mirador podrás contemplar una de las mejores vistas de Lisboa. 
En el Barrio Alto no puedes perderte el Convento do Carmo, un convento destruido en el terremoto de Lisboa y cuyas ruinas se encuentran muy bien conservadas, el mirador de San Pedro de Alcántara con otras de las mejores vistas de Lisboa con el barrio de Alfama y el castillo de San Jorge al frente y el callejeo por el barrio en el que descubrirás locales como A Brasileira, uno de los cafés más antiguos de Lisboa.

Detalles de Baixa y el Barrio alto. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Elevador de Santa Justa, Vistas desde el elevador, Convento do Carmo, Praça do Comércio, Vistas desde las calles del Barrio Alto y desde el mirador San Pedro de Alcántara


A la hora de comer tendrás que acercarte sin excusas a Pharmacia, uno de los restaurantes más originales de Lisboa. Se encuentra en el museo de farmacia y todo el mobiliario y menaje del local están inspirados, como no podía ser de otra manera en una farmacia. Botellas de jarabe reconvertidas en botellas de agua que ellos mismos filtran, frascos de vitaminas reconvertidos en aceite e incluso botes de análisis en la que os entregarán la cuenta. 

En cuanto a la comida, no te dejará indiferente. Se asegurarán de informarte que todo es para compartir y entre los mejores platos te recomendamos las mini hamburguesas de wagyu, el bocadito en pan de leña de champiñones y huevos fritos, la carne asada, el revuelto de gambas y por supuesto los postres.



Detalles del restaurante Pharmacia y varios de sus platos


Después de haber cogido fuerzas, comienza a bajar desde el Barrio Alto hasta la Praça dom Pedro IV pasando por la Iglesia de Santo Domingo, una de las iglesias mas curiosas de Lisboa y subiendo a través de las callejuelas del barrio de la Alfama hasta llegar al Castillo San Jorge. De ahí pasa por el mirador de Santa Luzia hasta llegar a la Catedral de Sé, obligatorio entrar y deleitarse con el espectáculo del reflejo de las vidrieras a la luz del sol.

¿Dos tips imprescindibles? Contemplar la puesta de sol desde el mirador más alto de la ciudad, el mirador de Nuestra Señora do MonteTi-Natercia un pequeño establecimiento que de primeras no te llamará en absoluto la atención pero ese es el verdadero encanto, puesto que en el podrás empaparte de cultura portuguesa ¿la forma? probando la deliciosa empanada de bacalao, el bacalao a la nata o su sabroso estofado de cerdo. No olvides pedir postre... es casero!

Detalles del barrio de Alfama y puesta de sol desde el mirador de Nuestra Señora do Monte.


Segundo día: LX Factory - Belém - Mercado do Ribeira

Nada como comenzar el día desayunando en Le petit Gåteau un local en el que todas las variedades del café son de Nespresso y en el que podrás perderte entre todas sus opciones dulces así como saladas. La primera parada del día es el LX Factory, un recinto de fábricas abandonas reconvertidas en un espacio alternativo en el que conviven galerías de arte, restaurantes - escuelas de cocina en las que cocinar tu propia comida o cena al momento y pequeñas tiendas con encanto. Además aquí se encuentra una de las librerías más grandes de Lisboa, compuesta por dos pisos y hasta su propia cafetería.



Detalles del LX Factory

Desde allí, el camino continúa por todo el paseo marítimo pasando por debajo del puente de Abril y llegando hasta el barrio de Belem en el que no debes perderte el Monasterio dos Jeronimos, el monumento a los descubrimientos o la Torre de Belem. Para comer, puedes decantarte por una buena hamburguesa en Honorato justo al lado de la famosa pastelería CasPastéis de Belem, que data de 1837 y en la que se elaboran los pasteles más famosos de esta ciudad.

A la vuelta nada mejor que volver hasta Cais do Sodré y hacer una parada en el Mercado da Ribeira para degustar todo tipo de delicias gourmet y disfrutar de un buen ambiente entre los muros de un edificio histórico que durante décadas, fue el centro de la vida comercial de la ciudad debido a su cercanía con el río Tajo. Para acabar la noche, nada mejor que tomar una copa sentados en cualquiera de los locales situados en las traseras del mercado ¿El plus? con actuación de jazz en directo incluida.

Detalles de Belem. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Monumento de los descubrimiento, pastéis de Belem, la hamburguesa de Honorato, el monasterio dos Jeronimos, la torre de Belem y el Mercado da Ribeira

Sabemos que Lisboa y su atractivo no te dejarán indiferente por lo que solo tienes que llenar la maleta y disfrutar.

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